La Revista Atticus es uno de los proyectos culturales más destacados del panorama de Castilla y León. Un publicación que rinde homenaje a las artes liberales con una calidad de colaboradores, artículos y fotografías extraordinaria. La Revista Atticus, editada por Luis José Cuadrado inició su andadura en el mundo digital antes de lanzarse al papel. Este año la edición impresa cumple su décimo aniversario.
Para celebrarlo la Revista Atticus organizó un evento de homenaje en la bodega «Solar de Muñosancho», en La Seca (Valladolid) que tuve el honor de presentar. En el evento Luis José repasó la trayectoria de la Revista Atticus y desveló sus futuras aspiraciones, los colaboradores homenajearon la revista con un emotivo vídeo colaborativo y además tuvimos la ocasión de presentar el último proyecto de Revista Atticus: la edición de la novela «Varios disparates y un capricho», de la abulense Clara Martín, que estuvo también presente en el acto.
El homenaje finalizó con un concierto de Rocío Torío, compañera de reparto de En Bucle, que acompañó a una cata de vino entre los asistentes por cortesía de la bodega Solar de Muñosancho.
En lo personal, no me queda más que felicitar a Luis José Cuadrado y desear muchos aniversarios más a la Revista Atticus. Para ello quiero compartir el texto introductorio de la presentación que escribí como homenaje a la Revista Atticus y a «Varios disparates y un capricho», una novela que recomiendo particularmente.
¿Qué es el arte? ¿Qué mérito tiene crearlo? ¿Y qué valor tiene difundirlo? Hay muchas respuestas para estas preguntas. Pero pensando en la Revista Atticus y en el homenaje que hoy celebramos por los 10 años de su edición impresa, yo las contestaría así:
Existe una esquina recóndita, tenebrosa y diminuta en nuestra mente, por donde procuramos pasar más deprisa, sin hacer ruido (por si despertamos a los monstruos) y con los ojos bien cerrados a nuestra propia oscuridad. Es en esta esquina donde el artista se introduce de lleno, sin armadura y dispuesto a hacer algo a lo que muy pocos se atreven: a dejarse llevar por el disparate.
En esta esquina lo grotesco, lo irreal, lo deshumanizado, lo prohibido se agolpa en un espectáculo incontrolable del pensamiento oscuro. Un desfile esperpéntico de brujas,criaturas aladas, colosos, fantasmas, cabezas de toro y rostros desfigurados, como los que protagonizan los grabados de Goya, entre los que el artista a menudoreconocesus propias facciones.
Pero es precisamente en esta oscuridad donde el artista encuentra nuestra esencia y las claves de nuestros misterios: la luz, que extrae de ese viaje a esa esquina aterradora y nos regala a través de la danza, la arquitectura, la pintura, la literatura, el cine, la escultura o la música, para que podamos desentrañarnos.
La Revista Atticus es un guardián del arte que custodia entre sus páginas la luz que los artistas han capturado y capturan actualmente para nosotros desde la oscuridad. Pero la labor de la Revista Atticus va todavía más allá, porque además de guardar, multiplica el alcance de las siete artes liberales, como un prisma de cristal multiplica los siete colores en los que se descompone la luz. De este modo, la Revista Atticus pone en nuestras manos una herramienta fundamental para conocernos a nosotros mismos y el mundo que nos rodea: la cultura.
Noelia Toribio
