«Válere», Primer Premio Nacional XXX Certamen Calamonte Joven. Extracto

"Válere" es un texto teatral trágico premiado de Noelia Toribio. Este extracto es un monólogo de su protagonista.

De la escena VIII: En mi nombre

VOZ DE LA NIÑERA:

Luna que lloras sangre

porque te duele no ser madre,

vienes a tomar de la tierra

una niña que calme tu pena.

Una niña con piel de agua

y cabello de blanco hilo.

En el pozo donde te miras

tenderemos su cuerpo dormido.

 

La SACERDOTISA, horrorizada, pega su cuerpo contra el muro de piedra como si quisiera atravesarlo. La NIÑERA aparece de un rincón de la celda que emana una profunda oscuridad. Su ojo rojo y rasgado brilla con intensidad. En su boca aún quedan manchas de sangre del golpe que le propinó la SACERDOTISA. Continúa entonando la nana.

 

 

SACERDOTISA: (Tapándose los oídos.) ¡Deja de cantar ser de tinieblas lunáticas! Yo misma rompí tu boca para que no volvieras a entonar maldiciones contra las hijas de mi familia. ¡Calla esas fauces que solo saben pedir sangre! ¿A qué has venido? Ya no tienes oficio en este pueblo. No queda ninguna niña a la que puedas arrastrar hasta los dientes de tu Luna. ¿Por qué sigues cantando? Mi hija reposa su cuerpo en la cara amable de la muerte y allá donde debía clavarle espinas permanece intacta su pequeña flor. ¿Cantas para torturarme? No tengo remordimientos en los que puedas escarbar. Mi pena está limpia ¡Deja de cantar! Recuerdo a mi pobre hermana y a ti cantándole esta nana aquella noche. Mi hermana gritando en las manos de mi madre. Las manos de mi madre llenas de sangre. ¡Sangre de su sangre! Mi hermana arrojada a ese pozo de boca de serpiente. ¡Deja de cantar! Me duele el pecho, la cabeza y el sexo. Mi cuerpo soporta el dolor de todas las hembras sin nombre de este pueblo. Mi cuerpo de mujer que sufre como las putas que callan, como las madres que lloran, como las hijas que tiemblan, como las niñeras que dan de mamar el miedo con sus pezones agrietados. ¿Por qué me cantas como si fuera una niña luna…? ¡Eso pretenden! Quieren mutilarme y sacrificar mi vida porque ahora soy la última hija de mi linaje, ¿no es así? (Pausa.) ¡Contesta con claridad, maldita sea! ¿Tu lengua solo sabe entonar esas palabras? ¿Cuándo va a colapsar este pueblo enfermo de miedo? ¿Cuándo podrán acostarse las niñas sin que tengan que preguntar a sus madres si volverán a ver el alba? (Intenta abalanzarse sobre la NIÑERA. Las cadenas la detienen.) ¡Deja de cantar! Me duele el pecho, la cabeza y el sexo. ¡Deja de cantar porque mis oídos vomitan tu nana! Yo no moriré para nadie ni en nombre de nadie. Seré la primera en morir con mi propio nombre agitándose en el cielo. No me entregaré a ningún pedazo de piedra ni a ningún pueblo de lunáticos. Me entregaré a mi libertad y cuando la muerte pregunte quién me envía le diré que soy yo: Válere. 

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