Noelia pensó cómo podía hacer frente al tedioso confinamiento de aquella extraña primavera de 2020. Pudo ver series, aprender repostería o hacer ejercicio. Pero un día, por casualidad, escribió un microcuento. Y ya no paró.
El arte es la Historia del Mundo en tiempo presente. Cada una de estas Píldoras de Cuarentena es una experiencia poética viva que golpea, enfurece, conmueve, apena, divierte o hace reflexionar sobre un episodio histórico del que ya formas parte.
¿Te atreves a adentrarte en él?
Píldoras de Cuarentena es un conjunto de microcuentos escritos durante el confinamiento de la extraña primavera de 2020. El 14 de Marzo, el Gobierno declaró por primera vez el Estado de Alarma en España y todos sus habitantes fuimos confinados en nuestras casas junto a un tercio de la población mundial. Estos son pensamientos, reflexiones, teorías improbables, hechos reales, experiencias propias e historias ficcionales que escribí en aquellos apocalípticos días.
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Miles de años después, un peligroso temblor volvió a sacudir el fondo de la caja. Pandora, que aún no había curado su curiosidad, levantó la tapa. El último mal se propagó por el mundo adornado con una corona.
Los marcapáginas de Píldoras de Cuarentena
Cada ejemplar de Píldoras de Cuarentena viene acompañado un por original marcapáginas en acuarela de una colección que he diseñado exclusivamente para este libro: 3 modelos, cada uno en dos versiones, la positiva y la negativa, que tiene como motivo a los protagonistas de algunos microcuentos o elementos relacionados esencia de este episodio de la Historia. ¿Quieres conocerlos?
La niña de la ventana
La espera, la incertidumbre, la quietud, la impotencia, el hastío del confinado, tan estático que le invade la impresión de que le crecen flores en el pelo, como a los árboles. Eso representa La niña de la ventana.
El ángel abatido
Es un homenaje a los sanitarios que lucharon por salvar tantas vidas del coronavirus sin rendirse, pero soportando al mismo tiempo el dolor, el cansancio y el abatimiento. Unos ángeles que también merecen que su humanidad sea reconocida.
El astronauta anciano
Cómo olvidar a los más perjudicados de la pandemia. Las personas ancianas que de niños sufrieron las consecuencias de una guerra y acabaron sus días hacinados en hospitales, solos, sin más compañía que la de personas vestidas de astronautas, como si vivieran en la Luna.
